Alexander Torres Iriarte:
La ruta del 19 de abril de 1810 ya estaba echada desde muchos años atrás. Si bien es cierto, el “vacío de poder” dejado por Fernando VII producto de la abdicación de Bayona en 1808 fue el detonanate, sus antecedentes son muchos más remotos y complejos. En Caracas, los criollos estaban atentos a la crisis de la corona española ahora en mano de José Bonaparte. Noticias y rumores llegan a las colonias de juntas que defienden al heredero apresado. El rechazo a José Bonaparte, bien llamado “Pepe Botella” por su fama de bebedor, era generalizado. Era una época de cambios profundos. En Venezuela la Capitanía General presidía por Vicente Emparan vivía días difíciles. Los criollos, aún cuando juraban fidelidad al rey, discutían sobre la idea radical de la emancipación. La Sociedad Patrótica, fundada por Francisco de Miranda e integradas por jóvenes impetuosos como Simón Bolívar, actuaba como conciencia política de la liberación. El debate estaba dado: fidelidad al rey, aceptar a lo franceses o independencia absoluta. Ya la historia en meses tendría la última palabra.
II
El 19 de abril de 1810 como consecuencia de la invasión de Napoleón Bonaparte a la Península Ibérica, en Venezuela se organiza un movimiento que busca en un principio constituir una Junta Suprema de Gobierno para defender los derechos del rey Fernando VII. Así luego de la destitución por parte del cabildo del Capitán General Vicente Emparan, en la entonces Provincia de Venezuela, se establece en uso de sus derechos políticos un gobierno propio; por primera vez los habitantes de nuestro país tuvieron la oportunidad de ejercer el control y poder en el territorio nacional, demostrando como los sucesos ocurridos en España fueron sólo la excusa, para comenzar la lucha independentista que desde hacía varios años se anhelaba. La Junta comenzó a legislar de forma rápida tomando medidas reformadoras contra el abuso de las autoridades coloniales en materia fiscal, económica y social; convocó a la elección de un Congreso Constituyente que debería asumir el poder al año siguiente, además envío misiones al exterior para que explicaran los sucesos ocurridos en el país.
III
El 19 de abril fue un paso fundamental para la declaración de la independencia venezolana. Si bien se mostró como un grito de autonomía, aunque otros prefieren llamar “golpe de Estado”: el desconocimiento del Capitán General Vicente Emparán y su emplazamiento a ser sumisos ante la “ilegítima” Regencia de Cádiz; lo hechos demostraron su carácter subversivo. Pese a que en apariencia el 19 de abril responde al movimiento juntista, soterradamente existía la necesidad de independencia, lo que explica en parte que en meno de año y medio ya rompiéramos con el imperio español. Este movimiento que tenía antecedentes más inmediato en la conjura de los mantuanos y en las tentativas de Gual, España y Miranda, aprovechando la invasión de Napoleón Bonaparte a España, puso en evidencia la capacidad de los venezolanos de conducir su propio proceso político, sumados inicialmente en la Junta Conservadora de Fernando VII y después, de un arduo debate, en la gran decisión de ser o no ser más colonia española. Es innegable su talante revolucionario, inicio de la independencia política y que a más de 200 años nos recuerda que aún falta la soberanía plena.
Alexander Torres Iriarte